Tancredo de Galilea o Tancredo de Hauteville (1072 – 1112)

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TANCRD~1Tancredo de Galilea o Tancredo de Hauteville (1072 – 12 de diciembre de 1112) fue un líder de la Primera Cruzada que después se convirtió en príncipe de Galilea y regente del Principado de Antioquía.

Era hijo de Enma de Apulia, sobrino de Bohemundo de Tarento y nieto de Roberto Guiscardo.

En 1096, Tancredo participó junto a su tío Bohemundo en la Primera Cruzada. En Constantinopla, Tancredo rechazó tajantemente pronunciar el juramento, que a todos los líderes cruzados, el Emperador Alejo I Commeno, les quiso hacer prometer, para que cedieran todo los conquistado al Imperio Bizantino.

Participó en el cerco de Nicea en 1097, y vio como la ciudad era tomada por el ejército de Alejo I Comneno que en secreto negoció con los turcos Selyúcidas, para que se rindieran a él y no a los líderes cruzados.. A partir de este momento Tancredo, si ya no se fiaba de los Bizantinos, con este incidente ya no se fío nunca más.

Este mismo año Tancredo, tomó Tarso y otras ciudades de Cilicia, y participó en el cerco de Antioquía en 1097.

El 15 de Julio de 1098, durante el ataque a Jerusalén, Tancredo, y Gastón IV de Bearn, fueron los primeros cruzados en entrar en la ciudad. Ambos hicieron centenares de prisioneros musulmanes, dando protección a algunos de estos en el tejado del Templo de Jerusalén. Pero a la mañana siguiente se ordenó a los cruzados la masacre de los refugiados en el templo, musulmanes y judíos, hombres, mujeres y niños.

Cuando se estableció el Reino de Jerusalén, Tancredo recibió el Principado de Galilea, vasallo de ese reino.

Tancredo renunció a su principado para hacerse cargo de la regencia de Antioquía en 1100, cuando su tío Bohemundo fue hecho prisionero por los Danisméndidas.

Expandió el territorio del principado de Antioquía, al tomar tierras de los bizantinos, a pesar de que en la década siguiente Alejo I Comneno intentó, sin éxito, ponerle bajo el dominio del Imperio Bizantino

En 1104 también se proclamó regente del Condado de Edesa cuando Balduino II fue hecho prisionero en la Batalla de Harran. Y después de su liberación en 1107, Balduino tuvo que luchar contra Tancredo, aliándose a algunos gobernantes musulmanes locales para retomar su condado y ver a su regente y rival volver para Antioquía.

En 1108, con la muerte de Gervais de Bazoches, Tancredo volvió a asumir el control del Principado de Galilea.

Rechazó el Tratado de Devol, tratado por el cual Bohemundo juraba vasallaje a Alejo I Comneno, y durante varias décadas el Principado de Antioquía se mantuvo independiente del Imperio Bizantino.

En 1110 tomó Krak de los Caballeros, ciudad que más tarde se haría una importante fortaleza del Condado de Trípoli.

Tancredo permaneció regentando Antioquía, en nombre de su primo Bohemundo II hasta su muerte en 1112, durante una epidemia de Fiebre tifoidea.

Se había casado con Cecilia de Francia, hija del rey Felipe I de Francia, pero murió sin descendencia.

Ademar de Monteil (Nacido: ??? Muerto. 1 de agosto de 1098, Antioquía)

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ademar de montiel en la batalla de niceaAdemar de Monteil (Nacido: ??? Muerto. 1 de agosto de 1098, Antioquía), fue obispo de Le Puy del 1077 al 1098 y uno de los principales personajes de la Primera Cruzada.

Miembro de una familia noble de la región de Valence, en Francia, fue nombrado obispo de Le Puy en 1077 y realizó una peregrinación a Oriente en 1086-1087.

Defensor e implantador de la reforma gregoriana,

Fue uno de los grandes impulsores de la idea de la cruzada de 1095 lanzada por el papa Urbano II en el Concilio de Clermont, se cree que fue el consejero del propio papa antes del concilio.

Fue entonces nombrado legado pontificio y nombrado, por el Papa, para liderar la cruzada, acompañando a Raimundo IV de Tolosa.

De camino hacia Constantinopla, Ademar fue herido por mercenarios bizantinos durante algunas escaramuzas con las fuerzas imperiales, pero llegó vivo a Constantinopla en abril de 1097. Negoció con Alejo I Comneno, ayudo a restablecer la disciplina entre los cruzados en Nicea, y tuvo un gran papel en la Batalla de Dorilea.

Después de la toma de Antioquía en 1098, y ante el cerco por el musulmán Kerbogha de Mosul, Ademar organizó una procesión por las calles de la ciudad y ordenó cerrar todas las puertas de la ciudad, para que los cruzados, que estaban llenos de pánico, no pudieran desertar. También ayuda a subir la moral de los cruzados, a través de numerosos ritos litúrgicos y ayunos

Fue extremadamente escéptico del descubrimiento de la Santa Lanza, por el monje Pedro Bartolomé, especialmente porque tenía conocimiento de había otra Santa Lanza en Constantinopla; sin embargo, uso esta lanza que el creía falsa para subir la moral de las tropas.

Cuando Kerbogha fue derrotado, Ademar organizó un concilio para intentar resolver las disputas de los nobles, pero murió el 1 de agosto de 1098, víctima de una epidemia desconocida, probablemente tifus, pero posiblemente también peste o cólera. Su muerte dejó un vacío en el liderazgo de los cristianos ya que, era el único líder de autoridad incontestada. Las disputas entre los nobles continuaron, y la marcha sobre Jerusalén fue atrasada durante algunos meses.

Ademar nunca intentó imponer la supremacía de la Iglesia Católica sobre la Iglesia Ortodoxa y su muerte hizo aumentar la distancia que ya existía, entre Roma y Constantinopla.

Ademar ha sido acreditado como el autor del himno «Salve Regina», supuestamente compuesto como la «canción de guerra» de la cruzada.  Se dice que la escribió en agradecimiento a haber llegado a Siria tras el terrible paso por Anatolia, ante la visión de las riquezas de sus valles que se extendían a sus pies. Aunque hay otros posibles autores, Se ha atribuido a Pedro de Mezonzo, obispo de Compostela y al monje Hermann Contracto de Reichenau. La melodía sencilla que se usa habitualmente para cantarla parece haber sido elaborada por el P. F. Bourgoing.

Salve Regina

Salve, Regina, Mater misericordiae,

vita dulcedo, et spes nostra, salve.

Ad te clamamus, exsules filii Hevae,

ad te suspiramus, gementes et flentes,

in hac lacrimarum valle.

Eia, ergo, advocata nostra,

illos tuos misericordes oculos ad nos converte;

et Iesum, benedictum fructum ventris tui,

nobis post hoc exilium ostende.

O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria.

 

Traducción al español:

Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia,

vida, dulzura y esperanza nuestra.

A ti clamamos, los desterrados hijos de Eva;

a ti suspiramos, gimiendo y llorando

en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora, abogada nuestra,

vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,

y después de este destierro muéstranos a Jesús,

fruto bendito de tu vientre,

Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María,

Fuentes

Pedro el Ermitaño (1050-1115)

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Pedro el Ermitaño (Amiens, ~1050 – Neufmoustier, 1115), también llamado Pedro de Amiens fue un clérigo francés, líder religioso de la llamada «Cruzada de los pobres«, una peregrinación espontánea y armada que a finales del siglo XI intentó avanzar hacia Tierra Santa hasta ser rechazada y que sirvió de preludio a la Primera Cruzada.

Originario de Amiens, ya había recorrido con toda probabilidad lo que el mundo cristiano consideraba Tierra Santa. Hacia el año 1094 decidió peregrinar a Jerusalén. Un día abandonó Amiens armado con el signo de la cruz y sin otro guía que su propio espíritu audaz. El aspecto de aquel jinete montado en una mula resultaba de lo más excéntrico. Con una capa de lana, la capucha de monje y unas viejas sandalias, no podía pasar desapercibido. Los hombres que le ofrecían hospitalidad lo observaban con mirada curiosa sin sospechar la gran idea que ocupaba su mente. 

Según se dice, era un hombre de pequeña talla, de faz enjuta, larga barba y ojos negros llenos de pasión; su sencilla túnica de lana y las sandalias le daban un aspecto de auténtico asceta. Las multitudes le veneraban como si fuera un santo y se consideraban felices si podían besar o tocar sus vestidos.

Parece ser que en su juventud formaba parte del ejército de Eustaquio de Bouillon. Pedro contrajo matrimonio con una dama de la familia de Roussy. Su mujer era de edad avanzada y poco atractiva, de modo que él pronto se cansó de su compañía y empezó a frecuentar lugares  religiosos en los que aumentaba el conocimiento y ayudaba a los pobres e indigentes. Una vez viudo, se despidió totalmente de su vida militar y rompió los lazos que le ataban a un mundo con el que nunca había simpatizado.

Pedro había nacido para realizar alguna gran hazaña. A pesar de su vida religiosa bajo el manto clerical, latía un corazón guerrero y aventurero. Se canso de la vida monástica, igual que se había cansado anteriormente de la militar y se convirtió en un anacoreta, solo ocupaba sus días en rezar, meditar y ayunar.

Cuando Urbano II lanzó su llamamiento a la cruzada el 27 de noviembre de 1095 tras el concilio de Clermont. La razón que exponía el papa era que tras la conquista de Jerusalén por los Turcos Selyúcidas a los árabes Abasidas en 1073, se había prohibido desde entonces el acceso a los Santos Lugares a los peregrinos cristianos. Entonces decidió predicar a favor de la Cruzada.

Mientras predicaba entre Bourges y Colonia, la elocuencia de Pedro el Ermitaño, que recorría las calles, iglesias y en cualquier sitio donde pudiera reunir gente, por Italia, Francia, Alemania y por donde paso, conseguía que la gente se le uniera y tomara la cruz, un distintivo que lucían en el hombro derecho, levantó el entusiasmo de miles de cristianos (más de 12.000 hombres) que, al grito de Deus le volt, emprendieron la marcha en mayo de 1096 y llegaron a Constantinopla a finales de julio en donde el movimiento había crecido con personas que se adhirieron en el camino. Tras avanzar hasta Nicomedia Pedro el Ermitaño ante los primeros reveses de su ejército regresó a Constantinopla para solicitar el apoyo del basileo, el emperador Alejo Comneno. Durante ese tiempo, su ejército fue masacrado por los Selyúcidas de Rūm en las llanuras de Civitot (Kibotos) y Pedro el Ermitaño esperó a que los nobles occidentales llegaran a apoyarle, lo que sucedió en mayo de 1097.

Más adelante Pedro se unió al ejército de Godofredo de Bouillon, hijo de Eustaquio. Una vez más resultó patente que su espíritu militar no corría a la par de su fervor religioso: ante el sitio de Antioquía, tan duro que muchos hubieron de recurrir al canibalismo y alimentarse con los cadáveres de los turcos, Pedro intentó desertar; pero Tancredo de Hauteville lo localizó y lo obligó a regresar al campamento. 

Jerusalén fue tomada el viernes 15 de julio de 1099 y Pedro se convirtió en capellán del ejército victorioso. Su sermón en el Monte de los Olivos precedió al saqueo de la ciudad y a la matanza de sus ciudadanos desarmados, musulmanes y judíos.

De regreso a Huy (Bélgica) en 1100, Pedro el Ermitaño fundó allí el monasterio de Neufmoustier, en el que murió en 1115.