Hugo de Payns (aprox. 1070 – 1136) fue el primer Gran Maestre y fundador de la Orden del Temple y uno de los primeros nueve caballeros.

Sobre su lugar de nacimiento hay muchas controversias, según un acta encontrada en 1.897 declara que nació en Mahun, en la Comuna de Saint Simphorien en Ardeche, cerca de Annonay. En otra acta de la Biblioteca de Carpentras, fechada en 1.130 se menciona como lugar de nacimiento Viniers, otro pueblo de Ardeche, sede de un importante obispado en esa época.

El Historiador Español Juan G. Atienza afirma haber descubierto en los archivos del siglo XVIII de la Biblioteca Nacional de Madrid; noticias de un tal Hugo de Pinos, nacido en Braga, en la provincia de Barcelona, que, para él, es el verdadero Padre de los Templarios. Pero probablemente se trata de homónimos y la mayoría de los investigadores opina que Hugo nació en Champagne.

Cogeremos para definir donde nació la postura más común, aunque no sabemos si la verdadera, aunque parece la más probable.

Nació hacia el año 1070 en el castillo de Payns, cerca de Troyes, Francia, y murió en Palestina en 1136.

Hijo de Gautier de Montigny y nieto de Hugo I, Señor de Payns, su infancia y su juventud se ven influidas por el ambiente de reforma religiosa que se desarrolla en la Champaña. De la ferviente pasión religiosa de Hugo II de Payns es muestra su breve paso como monje por la abadía de Molesmes, tras la muerte de su primera esposa Emelina de Touillon, con la que se había desposado hacia el 1090. Fruto de este matrimonio nació su hija Odelina, futura señora de Ervy.

Vasallo del conde Hugo de Champaña, Hugo II de Payns abandona los hábitos y a partir del año 1100 se integra plenamente como uno de los principales miembros de la Corte de la Champaña Francesa, uniendo en su persona el señorío de Montigny y el de Payns.

Es muy probable que Hugo II de Payns realice su primer viaje a Tierra Santa junto al conde de Champaña en 1104-1107. Tras regresar de éste, y para ayudar a consolidar las pretensiones políticas de su señor, casó en segundas nupcias con Isabel de Chappes (entre 1107 y 1111), perteneciente a una de las familias más importantes del sur de la Champaña. Del matrimonio nacieron cuatro hijos: Teobaldo, futuro Abad de Santa Colombe de Sens; Guido Bordel de Payns, heredero del señorío; Guibuin, vizconde de Payns, y Herberto, llamado el ermitaño.

A partir de 1.119 parece que fijó su residencia en Jerusalén la pasión religiosa que sentía Hugo II de Payns le llevó a tomar votos de castidad y a partir nuevamente a Tierra Santa, donde creó, un año más tarde, la que llegaría a ser la Orden Militar más importante de la Cristiandad: La Orden del Temple a la que dio su propio escudo de armas «una Cruz Paté de gules en campo de plata»

El 25 de diciembre de 1.119: junto con Geoffroy de Saint Omer pronuncia delante del Rey Badouin II y el Patriarca de Jerusalén Gormón de Piquigny, los tres votos de: castidad, pobreza y obediencia y se compromete a vigilar las rutas de peregrinación y los pozos de agua potable. El Rey les otorga un ala de su palacio, situado en recinto del antiguo Templo de Salomón y allí fundan su sede.

En 1127 Hugo II de Payns regresa a Europa acompañado por Godofredo de Saint-Omer, Payen de Montdidier, y dos hermanos más, de nombre Raúl y Juan, con el fin de reclutar nuevos miembros para la Orden, tomar posesión de las numerosas donaciones que habían sido otorgadas a esta y para organizar las primeras encomiendas de la Orden en Occidente (casi todas ellas en la región de la Champaña). Así pues, Hugo inicia un periplo que le lleva por Roma – a fin de solicitar del papa Honorio II un reconocimiento oficial de la Orden y la convocatoria de un concilio que debatiera el asunto – la Champaña (otoño de 1127); Anjou y Poitou (abril y mayo de 1128), Normandia, Inglaterra y Escocia (Verano de 1128)y Flandes (otoño de 1128).

Hugo y sus compañeros regresan en enero de 1128 a la Champaña para tomar parte en el Concilio de Troyes, un concilio de la Iglesia Católica, que se convocó en la ciudad francesa el 13 de enero de 1129, con el principal objeto de reconocer oficialmente a la Orden del Temple. Hugo de Payns relató en este concilio los humildes comienzos de su obra, que en ese momento sólo contaba con nueve caballeros, y puso de manifiesto la urgente necesidad de crear una milicia capaz de proteger a los cruzados y, sobre todo, a los peregrinos a Tierra Santa, y solicitó que el concilio deliberara sobre la constitución que habría que dar a dicha Orden.

Se encargó a San Bernardo, abad de Claraval, y a un clérigo llamado Jean Michel la redacción de una regla que durante la sesión, fue leída y aprobada por los miembros del concilio.

Tras el Concilio de Troyes, Hugo II de Payns nombró a Payen de Montdidier Maestre Provincial de las encomiendas sitas en territorio francés y en Flandes, y a Hugo de Rigaud Maestre Provincial para los territorios del Languedoc, la Provenza y los reinos cristianos hispánicos y tras ello, regresó a Jerusalén dirigiendo la Orden que el mismo había creado durante casi veinte años hasta su muerte en el año 1136 (el 24 de mayo según el obituario del templo de Reims), haciendo de ella una influyente institución militar y financiera internacional.