¿Quién no se ha preguntado alguna vez cual era el significado de las cruces que adornaban las velas de las carabelas de Colón ?. Son cruces clásicas del Temple, en efecto, pero, ¿Dónde está la conexión entre ambos?. Tras el ocaso del temple, los caballeros que residían en España se unieron a la Orden de Calatrava, en cuyo convento se hospedó Colón, y de allí se supone que halló la certeza de que las Indias Occidentales existían.

Sea o no cierto que Colón descubriera la forma de llegar a las Américas en dicho convento, a nadie se le escapa el hecho de que existen numerosas coincidencias, tanto culturales como políticas entre pueblos tan distantes, tanto en el tiempo como en el espacio, como son el egipcio y los precolombinos (mayas o aztecas).

En este sentido, a la llegada de los primeros conquistadores españoles a la península de Yucatán, los nativos les relataron una leyenda que contaba que unos hombres blancos llegaron a sus costas en grandes barcos, vistiendo extrañas vestimentas, y que buscaron a los sabios mayas para comunicarles grandes conocimientos.

Algunas de sus tradiciones hablaban de que «llegará un día en el que vendrán por mar grandes hombres, vestidos de metal, que cambiarán nuestras vidas para bien». También los mayas adoraban a Kukulkán, un dios «blanco y barbado» y a una cruz, en la cual murió «un hombre de luz que vivirá eternamente». Hasta aquí todo es leyenda, pero existen pruebas documentales que alimentan la duda razonable sobre la implicación del Temple en el descubrimiento del nuevo continente.